lunes, 23 de enero de 2012

Nuestra vida: una ruleta rusa colectiva


No amanecí virada, no estoy en esos días del mes y tampoco estoy pasando por el PMS (Síndrome Pre Menstrual, por sus siglas en inglés). No lo soñé, es una pesadilla en vivo y en directo que acontece por lo menos dos veces al mes. “Los criminales se matan entre ellos por el trasiego de drogas”, decía el gobierno hace algunos años. “Mientras estés en lugares seguros aunque sea de noche, vas a estar bien”, eran las recomendaciones de la gente.  Había una sensación de tranquilidad, de seguridad porque éramos ellos (los criminales) y nosotros. Si no estabas en algo “raro”, nada te podía pasar. Ya no ocurre así.

No es ficción, es nuestra vida actual

Un sargento de la policía le hace seña a un carro para que pare, va más rápido que la velocidad permitida por la ley. Sale de su patrulla, se dirige al auto que está parado más adelante. Se abre la ventanilla y recibe un tiro. El auto acelera a toda velocidad dejando el cadáver atrás.

Sargento Abimael Castro
Se para un auto en una luz roja y para otro justo detrás, esperando que la luz se ponga verde. La luz se pone verde y el carro que está adelante no avanza, el carro de atrás permanece en “silencio” esperando que el de adelante se mueva. El conductor del carro que está al frente se baja, le golpea la ventana al que está atrás y le dice: “Tuviste suerte, hoy salvaste tu vida”. “Mi compañero (que también estaba en el carro con el individuo) y yo hicimos una apuesta: si tocabas bocina te pegaba un tiro, si no la tocabas salvabas tu vida”. “Felicidades, la salvaste”. Se sube a su auto y se va. (Según fuentes fidedignas esta situación está ocurriendo ahora en el Area Metropolitana, así que por favor no toquen bocina).

Día de Nochebuena. Una hija, recibe una llamada de su madre. “Querida, no vengas a festejar esta noche. Están tirando tiros al aire, muchos y apenas son las ocho de la noche. Mejor vengan mañana al medio día, es más seguro y podremos festejar en paz y sin riesgos”.

Víspera de Año Nuevo. Una niña de quince años festeja con su familia las fiestas. Salen todos a la calle a ver fuegos artificiales. De repente, la muchacha se cae al piso. Una bala perdida le atraviesa el cerebro. En 13 días sus padres deciden desconectarla, tiene muerte cerebral. Sus órganos fueron donados.

Karla Michelle Perez
Centro comercial exclusivo. Comedor de restaurantes o “food court”. Unos mafiosos citan a otro para compartir el almuerzo. Es un poco más tarde del mediodía. El comedor está lleno de gente de todas las edades incluyendo niños. Aparece otro mafioso y comienza a disparar un rifle automático para matar al invitado que se fue al otro mundo con la mitad de su almuerzo. Saldo: un muerto y dos heridos inocentes.

Mediodía en plena temporada navideña. Semáforo en una intersección muy transitada y frente al centro comercial más grande de la ciudad, absolutamente lleno de autos y de gente.  Dos hombres en una camioneta, arrastran un vagón con dos caballos. Van de camino a una cabalgata en un pueblo cercano.  Tres hombres en un vehículo al costado de la camioneta esperan el momento ideal. La luz está roja y se detiene el paso de una gran cantidad de tránsito incluyendo a todos ellos. Dos gatilleros se bajan del vehículo en marcha, matan a quemarropa a los dos mafiosos que estaban en la camioneta con el arrastre de caballos. La luz se pone verde y el conductor del auto se escapa dejando atrás a sus compinches y a la escena del crimen. 


Otra vez, el mismo centro comercial exclusivo, esta vez en el estacionamiento; un mafioso en un auto mata a otro.

Rafael Pizarro

No importan los testigos, no importa que sea plena luz del día o la oscuridad de la noche, no importa que sea gente inocente, no importa que dejen niños sin padre o sin madre, no importa que roben la vida de una adolescente de quince años que todavía no comenzó a vivir por jugar a tirar balas al aire. El resultado es el mismo para todos: familias destruidas y traumadas, hijos sin padre o padres sin su hija. A los asesinos no les importa su propia vida que de todas maneras van a perder en corto tiempo y viviran como mucho a los 25 años, porqué les va a importar la vida de los demás.

Día a día se juega una ruleta rusa colectiva donde se sabe quien salió pero no quien llegara con vida a su hogar. Disparan a mansalva, de carro a carro en avenidas transitadas, en autopistas o donde sea que está su presa. No importa con quién esté la víctima; rodeado por familia, por niños o por extraños. No importa la hora o el lugar, lo importante es cumplir con el encargo, para que no vaya su cabeza también.

Revólver de Ruleta Rusa

Este es el Puerto Rico de hoy. Es nuestra Isla, es donde vivimos. Los ciudadanos decentes escondidos detrás de las rejas de sus propias casas mientras los tiradores de drogas, gatilleros, mafiosos y pillos se apoderan de las ciudades. Y nadie hace nada… Que irónico, los políticos deberían aprovechar el año de elecciones para ir contando votos. Con unas cuantas bombas tal vez resolverían y se ganarían al pueblo. Lo que todos ansiamos es vivir en paz.

Una historia para reírse o para llorar

Un taxista recoge en el aeropuerto a dos parejas norteamericana cuyo destino es uno de los muelles del Puerto de San Juan. Van tarde, con una cantidad bastante grande de equipaje y si no llegan a tiempo el crucero se irá. En el apuro uno de los hombres olvida su cartera en el taxi, está contenía desde identificaciones, hasta tarjetas de crédito y cheques en blanco.

Ramón Rodríguez Frías
El taxista no sabe mucho inglés, abre la cartera, encuentra los documentos y busca algún indicio de quiénes son estas personas, a donde viven, algún contacto. Consigue un teléfono para poder devolver la cartera. Invade la contestadora de los pasajeros con mensajes en un inglés pésimo, pero se entiende que tiene la cartera y les deja su número telefónico.

Los turistas finalmente llegan a su casa, encuentran los mensajes, hablan con el taxista y consiguen su cartera intacta y el mismo hombre se las envía por Fedex. Tan asombrados están los norteamericanos que envían una carta al gobernador de Puerto Rico, al alcalde de San Juan y al Senado de Puerto Rico. Publican la historia en el periódico de su ciudad y le dicen al periodista que a pesar de que en los suburbios de Washington DC, hay muchos puertorriqueños y que los estadounidenses los tienen tan mal conceptuados en todo el país, en Puerto Rico hay gente decente. ¡Qué conclusión interesante!

Primero, ¿Por qué debemos festejar que el taxista devuelva algo que no le pertenece? Lo que este señor hizo era su obligación de buen ciudadano. Hizo lo que cualquier persona decente debió haber hecho. Segundo, ¿Por qué hay que hacerle al hombre un reconocimiento como si hubiese salvado al mundo? Sólo devolvió una cartera que se quedó por error en su taxi y no se la robó ni se quedó con nada de su contenido. ¿En qué momento fue que comenzamos a premiar la decencia?

¿Robar? ¿Quién no roba en este país comenzando por el gobierno sin importar el color del partido? El sistema de gobierno está totalmente corrupto, ¿Tendrá arreglo? Y claro, después están los héroes, como el jugador de baloncesto que tan orgulloso tenía al pueblo y lo descubrieron con un gran laboratorio de mariguana en los bajos de su casa mientras el consumía cocaína.

El querendón del pueblo, Piculín Ortiz

Otro de los temas sobre la decadencia que tenemos, es que políticos, profesionales, empresarios y dueños de negocios entre otros roban electricidad a la Autoridad de Energía Eléctrica para poder mantener a bajo costo los motores de sus piscinas, el aire acondicionado central encendido todo el día, etc. De la misma manera se roba el agua y porque no, de paso los servicios por satélite. 

También están los otros, muchos de ellos fanáticos religiosos que en la iglesia, no importa de que denominación, tienen una reputación absolutamente integra sobre todo pagando un buen diezmo. Resulta que no hay ni uno de ellos que no tengan unos cuantos esqueletos guardados en el closet. Pueden ser pedofilos, tratante de blancas, corruptos, entrar contrabandos, etc. Cuando sale a la luz pública los cachetes se le enrojecen hasta el más atrevido menos al acusado. Vergüenza propia o vergüenza ajena, de verdad que no lo sé.

Hace treinta años atrás, Puerto Rico era otro país. Había muertos, había violencia doméstica, había abuso de drogas y alcohol, pero también había un código de honor. Los que tenían una deuda con la mafia la pagaban con la vida pero no moría gente inocente. Existían los buenos y los malos, los pillos y los policías. Durante aquellos tiempos uno llamaba a la policía y tenía una patrulla en cinco minutos en la puerta de su casa y uno se sentía seguro, protegido.


¿En estos tiempos? Uno llama a la policía y nadie atiende en el cuartel. Se marcan todos los teléfonos locales. Nadie contesta. “Suena, suena, suena, telefonoooooo”.  Vuelve a llamar al cuadro telefónico general de la policía de Puerto Rico y después de varios timbrazos le explican a uno que la patrulla ya se envió, sin embargo, se le indica al reten que hace una hora se le está esperando afuera y nunca llegó. El retén del cuartel le comunica a uno que está llamando al cuartel del área metropolitana de San Juan y él personalmente se va a comunicar con el cuartel local. ¡Guauuu, que profesionalismo! 

Por otro lado la compañía a cargo de la alarma que sonaba, también hace llamada tras llamada al cuartel pero la policía no contesta. Pasó una hora, si hubiera habido alguien en la oficina o en una casa de familia pudieron haber hecho y deshecho con los habitantes los que le hubiera dado la gana, tuvieron tiempo de sobra. 

Los vecinos vieron como los pillos intentaban robar, vieron por donde se fueron cuando la alarma se disparó. Llamaron a la policía municipal y a la estatal y nadie se asomó. Cuando por fin llegaron lo hicieron en grande; tres patrullas con un guardia en cada una y además una patrulla municipal con dos guardias más. Se me ocurre preguntarme, ¿Qué carajo estaban haciendo, tomaban café, cambiaban de turno, qué? ¡Y hay que felicitarlos por la alta eficiencia en los costos!



¿Qué fue lo que cambió? ¿Por qué nuestra sociedad se está cayendo en pedazos? Fuimos nosotros. Nosotros, que criamos una generación de niños a los que sin hacer nada se les brindó todo, muchas veces, más allá de nuestras propias necesidades, “bendito, para que no sufra como lo hice yo”. Nosotros fuimos los que les enseñamos que no hacía falta hace ningún tipo de sacrificio para conseguir las cosas que les gustaba. Lo único que necesitaban era pedirlo. Nosotros, que con tal de que el chico no sufriera o que no molestara mucho, tal vez nos endeudábamos para que tuviera su auto a los 16 años y por supuesto toda la gasolina que le hiciera falta, dinero para salir con los amigos y cubríamos todas sus necesidades. Nosotros, fuimos quienes ni siquiera les exigimos que ayudaran con las tareas del hogar.

Esta situación no le pasó sólo a los niños con padres en una buena posición económica, le pasó a toda una generación de padres y de hijos pertencientes a la generación "Y" que incluye a las personas nacidas entre 1982 y 1994 mundialmente.



Actualmente, todo está permitido y la libertad ha pasado a ser libertinaje. No existe el respeto ni por la familia, ni por las demás personas, ni por los mismos individuos de la misma generación y tampoco por las instituciones. Las universidades y las escuelas, ambas de enseñanza pública o privada, han bajado completamente sus estándares de calidad y la disciplina es cosa del pasado. Es por eso que nadie respeta los derechos de nadie, porque lo único que cada uno tiene son derechos, no hay obligaciones y no hay derechos para los demás, salvo los propios que son muy valederos. 

Los asesinos pertenecen justamente a esta generación por lo tanto se comportan como todos, en su caso matan a mansalva. Los policías también pertenecen a la misma generación y se creen dueños de disparar a quién sea porque "son la ley". Cuántos casos existen de policías que han disparado y abusado si ser atacados. Cuántos de ellos mismos son los corruptos que custodian las cargas de drogas que espera el traficante, para que los otros policías decentes no los intercepten.

El mercado oscuro de las drogas mueve tanto dinero que le es sumamente fácil pagar para filtrarse entre todas las grietas del sistema y a mucha gente le brillan los ojos de sólo saber que se van a ganar un dinerito fácilmente, sin ajorarse mucho aunque más adelante les cueste la vida o la cárcel.

Y si no qué me dicen de “Angelo Millones” que tenía apartamentos en los caseríos que eran mansiones y que pagaba las fiestas de navidad para las que contrataba un montón de artistas del patio, sin hablar de las decoraciones y del dinero que invertía para congraciarse con los vecinos supuestamente para compartir. 

Angel Ayala alias "Angelo Millones"
Ni a los manejadores de los artistas, ni a los cantantes les molestaba que se les pagara grandes sumas de dinero en efectivo para cantar en los caseríos en las fiestas de fin de año y sabían que era dinero sucio… pero hay que lavar… y un buen “dinero en efectivo” no viene nada mal, no paga impuestos. ¡Ja!

Y la música de regueton, también era parte del lavado,  “el buster” financiaba los CD's y todos nuestros hijos se movían al son de algo que ni siquiera era música, de letras que basureaban a la mujer, de locutores que les festejaban las asquerosidades a “los cantantes”, que ni siquiera tenían un nivel elemental de estudios y que por lo tanto no podían ni cantar, ni hablar entre ellos y mucho menos en público.

Antes las putas vendían su cuerpo para poder comer y porque era más fácil abrir las piernas que tener que trabajar, ahora venden su cuerpo para poder drogarse, para poder subsistir. Antes un padre la decía a su niño, si te pierdes busca un policía, él te va a ayudar. Ahora le dice busca a cualquiera menos a un policía, quién sabe lo que hará contigo.



Una locutora, “seria y casada”, se deja manosear en público mostrando el brassiere y dándose un beso en la boca con un "chismologo" en las fiestas de la Calle San Sebastián. La echan del canal por incumplimiento de contrato y resulta que ella es una pobre víctima porque “la botaron sin siquiera darle la oportunidad de defenderse”.  ¿De defenderse de qué? Las fotos lo muestran todo y para colmo se la ve muy feliz dejándose manosear asomada por una ventana. Esto tiene dos opciones, o fue una movida para conseguir popularidad y hacerse notar o estaba completamente drogada o borracha.  En su edición dominical, El Nuevo Día publicó un "artículo" que no era otra cosa que un comunicado de prensa de la publicista de la artista, Uka Green, tratando de modificar el daño que hizo Grisel a su imagen y de esta manera obtener el respaldo de la opinión pública. 

En boca de la misma Grisel "He sido discriminada y esto me preocupa ya que crea un precedente peligroso no tan sólo para las mujeres en Puerto Rico, sino para todos los ciudadanos sin importar raza, edad, género, religión o condicion social".

Los invito a sacar sus propias conclusiones, no sin antes decirles mi opinión. No creo que ninguna de nosotras nos paremos frente a una ventana en el viejo San Juan a dejarnos manosear por un compañero de labores porque estábamos eufóricas, nada más que por tomar agua.

Grisel Mamery

Antes al hombre que maltrataba o violaba a una mujer se lo ponía tras las rejas y los mismos confinados le daban su merecido; ahora, la mujer no presenta cargos, el fiscal sugiere un programa de desvío por que es la primera ofensa. La violencia prosigue a lo largo de los años y la mujer decide presentar cargos. La corte procede a emitir una orden de protección que no sirve para nada porque solamente son un papel y aunque el hombre tiene prohibido acercarse a menos 5 cuadras de la mujer, esta es vilmente asesinada, seguramente en su casa y en frente de sus hijos. La mayoría de los casos de violencia domestica salvo raras excepciones termina de la misma manera todos los años. Lo triste es que todos los asesinatos no importan de qué tipo, acaban siendo sólo un número más en una gráfica de estadísticas.

Y así es como a esta generación lo único que le interesa es la gratificación instantánea, son sumamente egoistas. Sus palabras preferida son "dame" y "necesito", porque eso fue lo que le enseñamos. Esta generación es la que se encarga del pillaje sin códigos de honor. La generación que entró al cuerpo de la policía proviene exactamente la misma generación de  los pillos.  Todos nacieron en la Generación "Y". El cuerpo de la policía debería hacer cumplir la ley, sólo que el cuerpo de policía es corrupto y el que ponen a manejarlo no importa de qué partido sea, es un inútil que tras que no sirve para nada, le echa la culpa al gobierno anterior de los males de su propia administración despues de tres años. ¡Qué iniciativa que tiene el hombre!

Escala de valores.

Ya no imperan el bien y el mal porque no hay ningún orden y se vive en el intermedio “no está del todo bien y no está del todo mal”. No hay compromisos. Esta es la generación “yo quiero”. Yo quiero esto y yo quiero aquello… Y, ¿saben qué? Somos nosotros los que asumimos las responsabilidades que ya no nos tocan porque no les dimos las destrezas para que asuman lo que ahora les toca a ellos y “nos da pena”. Entonces se transforma en un círculo vicioso porque cuanta más pena nos da, más cargamos sobre nuestras espaldas. El "¡Ay, bendito!" no ayuda en nada, hace que todo se vuelva peor. Ese es justamente el problema de tener una escala de blancos y negros, ahora tenemos una escala en grises y es por eso que "estirar la cuerda un poquito más siempre es posible".

Otro punto para resquebrajar aún más la sociedad es que se ha acabado lo que la cohesionaba. Una célula unida a otra y a otra y a otra conforma un cuerpo sólido: La familia, esa célula fundamental para crear una sociedad integrada como debería ser, ya no existe.

La familia
Entre los jóvenes impera la promiscuidad, la falta de responsabilidad, de salir adelante en una relación cueste lo que cueste, como la canción de Luis Enrique:  
      
“Yo no sé mañana, yo no sé mañana 
Si estaremos juntos, si se acaba el mundo 
Yo no sé si soy para ti, si serás para mí 
Si lleguemos a amarnos u odiarnos 
Yo no sé mañana, yo no sé mañana 
Quién va a estar aquí”. 



Se las dejo en un video de Youtube.

http://www.youtube.com/watch?NR=1&feature=endscreen&v=KuaIgzSvOXs




Este artículo continuará la semana próxima. No se lo pierdan y Japi Bloguin para todos.

domingo, 22 de enero de 2012

No ha sido el mejor dia, al menos...