domingo, 22 de abril de 2012

Dile sí al compromiso

¡Hola amigos! Primero que nada, adiós a las planillas hasta el año que viene!!! Yessssssssss!!!! ;)


    Para los jóvenes y los no tan jóvenes                                                      
La vida nos enseña muchas cosas, los que tenemos cierta edad sabemos que es una carrera de obstáculos y que la mayoría de las veces, de las decepciones florecen sucesos positivos que a la vez nos hacen crecer y nos fortalecen. Esto siempre y cuando estemos dispuestos a salir de nuestra zona de comodidad (“confort zone”) que es segura y aunque tengamos miedo, emprendamos el movimiento para seguir hacia adelante tratando con nuestro esfuerzo de alcanzar los retos que al comienzo nos parecen imposibles. 




Podemos tomar decisiones que creemos buenas y lamentablemente algo nos sale mal, sin embargo aunque nos duela en el momento, debemos ser asertivos. Para lidiar con cualquier situación en nuestras vidas lo primero que hay que aceptar es que tenemos un problema, ya sea laboral, de salud, familiar o económico. Lo importante es aceptar que está ahí y que si no hacemos nada para solucionarlo, sólo no va a desaparecer. Por ejemplo, si nos sentimos enfermos debemos ir al médico y si lo que nos dice no nos gusta, visitamos otro. Si los resultados no son positivos tenemos que tomar control y decidir lo que queremos hacer. Siempre hay caminos por recorrer, no se puede tomar cada caída como el fin del mundo. 


    No dejes de mirar hacia adelante                                                
A veces cometemos errores sin embargo, mientras aprendamos de la experiencia nos enriqueceremos. Si hablamos con un científico nos va a decir que no siempre los resultados de una investigación van a ser los esperados, pero no por eso es que no se llega a una conclusión o que se haya perdido el tiempo, siempre va a haber resultados. 


 En nuestra vida también conseguiremos esos resultados dependiendo de nuestra actitud porque pasa exactamente lo mismo que con las investigaciones, a veces hay circunstancias que nos merecemos por que decidimos arriesgar demasiado o porque fue incorrecto el camino y otras la culpa no es nuestra y las piezas del rompecabezas no encajan unas con otras como nosotros esperábamos, no obstante, es justamente ésto lo que nos debería llevar a buscar “otra investigación” o sea, buscar otra solución.


Hay mucha gente que no acepta los compromisos a los que nos obliga la vida. No lo hacen porque piensan que de esa manera pueden ser “libres”… y sin darse cuenta son esclavos de sí mismos y éste es un patrón muy difícil de romper sobre todo porque se auto-convencen y se justifican de lo que no es su verdadera realidad. 


Ahora, posemos nuestra mirada en la generación de los hippies: la comunidad libre, el amor libre, la marihuana, la falta de compromisos y el desorden en que vivían no los llevaron a nada productivo y tuvieron que volver a adaptarse y vivir en el mundo real con estructuras y obligaciones. Además de hijos que no se sabía quién fue el padre por ejemplo.


    El miedo al compromiso                                                                
Este tipo de personas tienden a beber sin límites, a estar de juerga y a experimentar con drogas de venta restringida y con drogas ilegales para acceder a un poco de satisfacción (“que es de la cual la sociedad les priva”) para que su ego espléndido que en realidad está quebrado, pueda “volar”, sin embargo ésta es una solución temporera al problema y no a su raíz. 


Estos individuos son víctimas de sí mismos, aquellos que siempre buscan culpar a alguien de lo que les pasa y a los que nadie quiere ayudar a salir de sus enredos, sin entender que la consecuencia de sus actos irresponsables son los que los llevaron al sitio en donde ahora se encuentran. Con todo y eso, es más fácil echarle la culpa al jefe, al médico, al trabajo, al cónyuge que así mismos porque de esta manera no asumen ninguna responsabilidad. 


Tenemos que analizarnos, que pensar en lo que estamos haciendo, porque de ello va a depender en que nos convertiremos y también en nuestra felicidad futura y la clase de vida que llevaremos. El hoy no tiene ningún significado per se, pero es un día más que va a marcar nuestro pasado y se va a convertir en nuestro futuro.


Muchas veces lo que hacemos o dejamos de hacer, no lo podemos deshacer. A aquel día, al que no le prestamos ninguna importancia, sin embargo, éste se fue sumando a otros que se convirtieron en meses y luego en años. La vida pasa mucho más rápido de lo que pensamos y cuando queremos acordar e hicimos un desastre de la nuestra con decisiones mal tomadas o esperamos demasiado para tomarlas y llega un momento en que no sabemos por dónde comenzar a tapar los agujeros de nuestro barco que está naufragando. El tiempo que se perdió no vuelve y algunos problemas estarán ahí pero siempre existe una solución, siempre podemos reinventarnos.


Es mejor hacerle frente a nuestros problemas hoy, porque de eso depende nuestro futuro. Al evadirnos nos quedamos inmóviles, más frustrados que antes y más atrás que adonde comenzamos. Nos sorprende ver todo lo que los demás avanzaron y como ganaron la carrera que pensábamos nuestra. 


TU LO DECIDES

La cadena de errores comienza a crearnos resentimientos con el mundo y con nosotros mismos, sí es que queremos aceptarlos. El salirse de la realidad con un par de tragos no resuelve nada, sólo nos amarra al alcohol y nos quita la libertad de volar que tanto ansiamos. Siempre estamos a tiempo de darnos una nueva oportunidad. 


Aprovechemos los retos y aceptemos el compromiso con nosotros mismos y con los demás!!!!! ¡Japi Bloguin!

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