domingo, 12 de febrero de 2012

Nuestra vida: Una ruleta rusa colectiva - Parte II

NI_NI.  Ni trabajo, ni estudio. Los viejos
me mantienen. Una vida "all inclusive".
Queridos lectores, espero que hayan tenido una buena semana. Tal como lo prometí, hoy seguiremos hablando de la violencia que nos está afectando a todos por igual y he vuelto a escribir de la manera a la que los tengo acostumbrados. Mis disculpas si ofendí a alguien con mi vocabulario de la pasada columna, sé que no fue el mejor, pero de todas maneras todos conocemos las palabras empleadas y también todos somos adultos. A veces uno se frustra ante situaciones de las que no tiene ningún tipo de control. Es triste ver cómo se va desmoronando nuestra sociedad. Comencemos por hablar de la juventud de hoy en día: ya no existen los valores, todos esos valores que nos inculcaron y que tratamos de hacer entrar en la cabeza de nuestros hijos se perdieron. Vivimos rodeados de desvergüenzas, de ladrones, de personas de las cuales esperamos una ética que no tienen. La tecnología ha hecho avances increíbles y el mundo está interconectado, pero cuando no se establece un balance se pierde el equilibrio. Hoy los niños no corren bicicleta, vienen con una Ipad prendida en el pañal. No voy a seguir con el trillado tema de que los juegos electrónicos les causa obesidad, también los “fast food” lo hacen. Sólo diré que cuando yo me criaba y mis amiguitas se criaban y nos sentábamos a la mesa, no nos preguntaban qué nos apetecía comer; se comía lo que nuestras mamás habían cocinado ese día y si en mi caso particular, no me gustaba la comida, me solían decir “Si no te gusta el menú, no comas, este no es un restaurante”. Había que lavarse las manos antes de sentarse a la mesa y esperar el turno para ser servido. El mejor plato, el más suculento, era para mi papá porque era el proveedor del dinero para que todos nosotros pudiéramos comer. Había RESPETO, no amistad. En esos años, todos éramos educados de la misma manera y marchábamos derechitos. Ahora resulta que si le contestamos así a un muchachito (este no es un restaurante) y el vecino o alguien nos escucha, rapidito hacen una querella por maltrato de menores con el Departamento de la Familia. A veces los mismos nenes amenazan a sus padres con llevarlos al Departamento de la Familia. No hablemos si escuchan al niño llorando… resulta que ahora el gobierno decide si a nuestro hijo le hace falta una buena nalgada por malcriado. 


 Los niños no se meten en las conversaciones de los mayores 



Aceptabamos que eramos de una jerarquía menor, o mejor dicho no teníamos una. A nosotros no nos hacía falta que nos levantaran la mano, bastaba una mirada fuerte para que dejáramos de hacer lo que estábamos haciendo… y nos fuéramos con la cola entre las patas, de eso justamente se trata. Se llama RESPETO, nuevamente. Todos recibimos nuestras nalgadas y todos éramos castigados igual. Nuestros padres no eran “nuestros amigos”, eran los reyes de un reinado absolutista.


Cuando nos hicimos mayores de edad y nos hicimos completamente independientes económicamente, fue que nuestros padres se hicieron “nuestros amigos” y pudimos hablarles de igual a igual pero siempre con respeto. Ningún niño necesita “un amigo”, necesita una estructura, necesita que lo enseñen, que lo regañen y que lo pongan en su sitio, necesita sentirse protegido y necesita la confianza de que alguien lo va ayudar si tiene un problema. 


La situación que tenemos ahora es que se le ha dado la igualdad a los niños incorporándolos a una familia democrática donde ellos deciden si quieren ir de vacaciones y a dónde quieren que los lleven durante los fines de semana, a que escuela quieren ir, cuándo y qué quieren comer, tienen voz y voto en cuestiones familiares que no les compenten y exijen a sus padres libertades que no deben tener.  "Necesitan" un auto nuevo para ir a la escuela, "necesitan" las últimas tennis que salieron en al mercado, los mahones de $80.00 de Pac Sun y el último modelo del Iphone . ¿Y que hacen los padres? Dan explicaciones, se endeudan y a nada le dicen que no.  Una vez que engendraste "el mounstro" al que cada vez le cediste más y más, es muy difícil echar hacia atrás. Además es mucho mas fácil decir sí, que decir no porque no hay confrontación. Creo que la parte más difícil de ser padres es tener que decirle a un hijo, NO porque lo digo yo.  


En estos momentos ningún padre educa porque no tiene tiempo (tiene que producir para poder complacer al "mounstro") y es más fácil ser bueno, decir SI y sacarse al muchachito de encima. Todos esperan que el gobierno o las escuelas resuelvan y cuando las maestras quieren educar bajando puntos en asignaciones que no se entregaron, llamando la atención por mal comportamiento, poniendo una mala nota porque se la merecen; tienen que soportar que los padres vayan inmediatamente a quejarse por el "maltrato" que ha recibido su pobre hijo, o ser atacadas verbal o físicamente. ¿Se dan cuenta en el mundo que estamos viviendo? Lo peor es que todos nosotros hemos contribuido a la sociedad que tenemos hoy. 


Las relaciones sexuales ya no se mantienen entre dos personas, sino que son públicas porque nadie le es fiel a nadie. Novios es una palabra antigua, con implicaciones sumamente serias. Estar de novio significa “cierto compromiso”, a lo mejor incluye casarse… Ahora las relaciones no tienen ninguna importancia seria ni se puede esperar algún resultado. Existen diferentes categorías: amigos, amigos con privilegios, “jevos” y si están a punto de casarse, tal vez es que se hicieron novios después de convivir por unos años. Por lo tanto, “si somos amigos con privilegios me acuesto contigo hoy, pero mañana me presentaron a otra “amiga” que me va a dar los mismos privilegios que me das tú. En realidad mientras estemos juntos ni siquiera tengo que serte fiel porque somos nada más que amigos”. Y así van de amiga en amigo y de “jeva” en “jevo” hasta que sin darse cuenta, la pareja final ha dormido con media humanidad. Así es como nuestra sociedad está enferma mental y físicamente. 


El Virus del Papiloma Humano se ha detectado en el cuello del útero de las mujeres que padecen cáncer de ese órgano. Ahora existen vacunas para las cepas más peligrosas, que son las que provocan cáncer y verrugas en el área genital. Tanto mujeres como varones deberían ponérselas. Hace unos pocos años atrás las vacunas no existían y como el virus no presentaba síntomas, las mujeres se encontraban con la sorpresa cuando el cáncer ya estaba avanzado. El virus se transmite por contacto sexual, provoca cáncer de pene, de ano, de cuello uterino;de boca, lengua y garganta.


Lo curioso del cáncer uterino es que es sumamente lento y se puede prevenir haciendo una prueba anual de Papanicolaou que detecta las células anómalas. ¡Ahhh!! Pero la juventud no va al médico a menos que la mamá los lleve tomaditos de la mano, las mujeres no visitan al ginecólogo y no se hacen ningún tipo de pruebas, tampoco consultan con nadie cómo van a hacer para no quedar embarazadas y la mayoría tampoco lo habla con la pareja. Lo que es aún peor, no piensan en qué van a hacer sí quedan embarazadas y todas las complicaciones que un bebé puede traer cuando una mujer es una niña, adolescente, una joven universitaria o una graduada soltera. Las implicaciones son físicas, de alto riesgo en algunos casos, económicas y hasta legales si el galán no quiere asumir su responsabilidad. Adivinen quién se hará cargo de resolverle el “problemita” al “nene” o a la “nena”? Sí, acertaron. Los padres y ahora futuros abuelos, por supuesto. 






  Lo que no se habla en pleno siglo XXI                            


Estamos en el 2012 y en las familias latinoamericanas no se habla de sexualidad, tampoco se habla de riesgos porque para algunos padres eso sería “darle permiso” a los hijos a tener relaciones sexuales, fundamentalmente a las hijas. El hijo, cuantos más puntos apunte al aro, mejor. A todos esos padres les diré que pueden darle el permiso o no, los adolescentes de hoy en día deciden que es lo qué van a hacer y no les importa las consecuencias porque ni siquiera las piensan. La ley por la que se rige la juventud en estos días y no hablo sólo de adolescentes, sino de jóvenes adultos es: “A mí no me va a pasar”. Lamentablemente, uno piensa como adulto y no como joven; uno no se puede meter dentro de sus cabecitas por mucho que trate. Uno piensa como un padre. Ellos juzgan las situaciones con un juicio propio, difícil de adivinar para un adulto. La presión de grupo y las malas compañías son una mala influencia y por lo menos al hablarles de sexo conocen la verdad de primera mano, no de lo que le dijo un amigo o de la película pornográfica que vieron en la red. Si uno les habla, por lo menos escuchan de una boca adulta que deben cuidarse no sólo para prevenir el embarazo, sino para prevenir una enfermedad que los puede dejar estériles de por vida o que les puede provocar la muerte en unos años. 



El aspecto sexual del ser humano nunca debió haber sido un tabú, pero en estos tiempos de libertinaje “el saber de qué se trata” es la única arma que tenemos para protegerlos. “Es mejor prevenir, que tener que lamentar.” Uno puede hacer un hoyo en la arena y esconder la cabeza, pero el cuerpo todavía se ve, es decir aunque queramos ignorarla la realidad está justo a nuestra espalda aunque nosotros no la podamos ver. Esconder la cabeza en el hoyo complica aún más las cosas.

Respecto a la vida sexual cada persona sabe hasta dónde quiere llegar y mientras los dos estén de acuerdo no hay ningún problema en la forma en que lo practiquen. Lo que sí es un problema es la promiscuidad en la que vive esta generación sin toman las medidas preventivas para no enfermarse. Antes de comenzar una relación deberían practicarse un set de análisis de todas las enfermedades de transmisión sexual para asegurarse de que su pareja esté limpia. Eso se llama autoprotección, pero ¿Cómo vamos a pretender que se protejan si en nuestra casa no comenzamos por hablar de ello? 



Como dije antes, no se toma ninguna medida de seguridad en cuanto al sexo, lo cual trae como consecuencia hijos no deseados. Algunos de esos pobres bebés terminan la vida que no comenzaron en una clínica de abortos. Nadie asumió ninguna responsabilidad, los abuelos y el “novio” no se enteraron porque la mujer es dueña de su cuerpo. Están los jóvenes que todavía les queda algo de moral y le dicen NO al aborto, así que el bebé será entregado a los abuelos porque los flamantes padres tienen una vida muy ajetreada para ponerse a criar un hijo. Son “muchachos” que todavía no acabaron los estudios, que viven de becas y préstamos universitarios, que tienen trabajos “part time” y carreras que terminar o que tenían un futuro brillante y ahora se ve truncado con la llegada de un retoño”. ¿Y quién tiene la culpa de que el futuro sea opaco? 



Lo irreal de la situación es que como todo lo que está pasando ahora, los padres siguen haciéndose cargo de los errores de sus hijos dejando de disfrutar la etapa que les tocaría vivir si hubieran hecho bien su trabajo. Muchos integrantes de esta generación “Y” pertenecen a la sub-generación Ni-Ni, “Ni trabajo, Ni estudio”. “Papi me mantiene y me presta el carro, mami me cocina, me lava, me plancha y me da un dinerito para tomarme unas frías con los muchachos los fines de semana; servicio de primera con transportación incluida. Se encargan de cuidar al nieto porque mi “ex” está estudiando y yo no consigo trabajo. Yo creo que a esto se le puede llamar “vida all inclusive” y sin pagar un chavo. 

Por último tenemos la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual y Transgénero (LGBTT). Está demás decir que a cada uno de sus participantes lo respeto y lo considero un ser humano igual que yo, que tiene los mismos derechos y obligaciones. Esto implica que pagan por todos los servicios, sus impuestos, (a menos que sean políticos) tienen su hipoteca al día y cometen el error de votar por el peor gobernador (no importa su afiliación política porque ya no se puede errar), igual que el resto de nosotros. Sin embargo, a pesar de eso, no pueden heredar de su pareja, no importa que hayan convivido por toda una vida. Cuando uno de los dos muere, el que se queda vivirá con los recuerdos de noches en el hospital, de las angustias por la agonía del que ya no está y de la humillación de ser echado a la calle como un pobre diablo de la que fue “su casa”, sin importar el dolor por el duelo de su amado. No tiene ningún derecho. Habrá un pariente esperando y a la expectativa para que “el pato” no vaya a robarse nada de lo que dejó del difunto”, aunque a decir verdad todos los objetos que había en la casa no tienen ninguna trascendencia para el heredero y sin embargo son los recuerdos de toda una vida de quien cuidó y amó a ese ser con tanta dedicación. ¿Sería justo que ésto mismo le pasara a cualquiera de nosotros, “los heterosexuales”?

No voy a entrar en la discusión si son, si nacieron o si se hicieron durante su vida. Realmente da lo mismo. Me parece lógico que se les permita tener un contrato en sociedad con su pareja para que puedan heredar, para que tengan derecho a los beneficios que pudieran tener los matrimonios heterosexuales, para que puedan recibir derechos legales, seguros de salud, etc., sin embargo, no me parece que le vaya a hacer un favor a la sociedad que estos individuos pretendan jugar a el papá y a la mamá, cuando serían “dos papás” o “dos mamás” porque obviamente son homosexuales y pertenecen a un mismo sexo. No creo que su futuro “hijo de probeta” pueda tener una vida como la que se merece cualquier niño. Actualmente, nuestra sociedad ya tiene suficientes conflictos con los traumas de niños que provienen de familias heterosexuales. Las dificultades son tantas y tan graves que de ningún modo nos hace falta agregar todavía más problemas psicológicos a niños inocentes.


Imagínense lo que sería ser hijo de esta pareja y que "mami "
(el de la derecha) nos lleve a la escuela.

Algo que nadie quiere entender es que esos pobres niños se van a sentir “fallados” cuando les toque actuar fuera de su ámbito familiar. Va a llegar un momento que ese niño va a tener que interactuar con la sociedad, va a ir a la escuela y va a encontrar que los demás niños se van a burlar de él cruelmente. “¿Carlitos, por qué tú tienes dos papás?”. "Jorgito no tiene papá, tiene dos mamás y mi mamá me dijo que son lesbianas así que Jorgito es lesbiana”. “Carlitos, mi papá dijo que tu papá iba caminando se partía y se le salían las plumas.” No faltará el padre “macho” que le diga a su hijo, “no te juntes con ese que te vas a hacer maricón…” y el nene lo repetirá a todos sus compañeros que se encargarán de decírselo al susodicho que no tiene absolutamente ninguna culpa pero que va a pagar “el derecho que tenían sus padres de ser una pareja con hijos” o desde el punto de vista esclesiástico el niño/niña víctima va a pagar por "el pecado en el que viven sus padres/madres". 



  Con las nuevas familias gays va a ser diferente...            



¿No se burla nuestra sociedad, además de criticar y discriminar, a los gordos, a los flacos, a los feos, a los orejudos, a los drogadictos, de los que no están a la moda, de los viejos, de las mujeres con senos pequeños o grandes? Acaso todo aquello que sea diferente a nosotros no es tomado a burla y a discriminación. 

Por cuánto tiempo se ha tratado de cambiar el concepto que tiene nuestra sociedad sobre algunos temas a través de la educación, generando anuncios, artículos, lecturas, etc. y sin embargo, existen: “el día de la mujer”, “el día de los niños especiales”, “la semana de las enfermedades mentales”. Sí, a todos los que discriminamos les tenemos un día, como si eso cambiara en algo el pensamiento general. ¿Por qué con los padres gays va a ser diferente? De hecho en Puerto Rico se hacen dos paradas gays, una en Cabo Rojo y otra en San Juan. ¿Y? Bueno, aunque siguen pensando lo mismo, algunos lo toman como un buen negocio. La conocida discoteca "Jet" en Cabo Rojo ahora es un club gay. En Mayagüez hay un bar gay y como eso hay cruceros gay, turismo gay, casamientos gay, etc., etc. Sin embargo la discriminacion ha existido desde siempre contra este “género” y en el Area Oeste está ese famoso dicho y que se repite de generación en generación: “En Cabo Rojo nacen y en Mayagüez se crían”.  Pueden preguntar y sabran que hasta los más jovenes están al tanto, lo que significa que no va a haber un cambio.




Para que las cosas se pongan mejor todavía, algunos artistas homosexuales internacionales, que deberían ser un ejemplo a seguir, piden por encargo a sus hijos en bancos de esperma, (¡¿No pueden usar el propio?! Se me ocurre que a lo mejor quieren eliminar algún “defectito”), los fecundan con un óvulo también comprado y luego alquilan un útero. Le podríamos llamar “hijos rápidos por servi-carro”: “Hijo a la Medida, buenas tardes, ¿Cómo le puedo servir? ¿Puedo tomar su orden? ¿Nena o nene? ¿Mellizos o gemelos? ¿Cabello? ¿Piel? ¿Ojos? ¿Altura? ¿Color de tez? ¿Indice de Inteligencia? ¿Habilidades? ¿Algo más en su orden: postre, café, quesitos? ¿No? Son 500.000 dólares ¿Cómo va a efectuar el pago? Para su conveniencia aceptamos débito directo, tarjetas de crédito, cheques de gerente, cheques de viajero, plan de tres pagos, lo sentimos NO se acepta Efectivo. La garantía de su producto es limitada, recomendamos sacar un contrato de mantenimiento en caso de que haya alguna dificultad de programación o desperfecto en su elaboración. Nuestra mercancía no tiene devolución, no es reembolsable y no se aceptan cambios. No nos hacemos responsables de su compra una vez que abandone las facilidades de “Hijo a la Medida”. Por favor, lea su contrato para más detalles y las políticas de la compañía en letra pequeña. Puede pasar a la segunda ventanilla donde le dirán su número de orden, con este número lo llamarán y coordinaremos su envío a menos que desee recogerlo usted mismo en la planta. Gracias por comprar en “Hijo a la Medida”. Agradecemos su patrocinio.

   Nos debería importar a todos                                              



La mayoría de nosotros somos gente buena, trabajadora, decente y de buenos sentimientos. Seguimos siendo tan hospitalarios como lo fuimos siempre, seguimos orando por el receptor de cada bala perdida que encuentra una cabeza inocente durante la despedida de año y somos solidarios. Muchas veces no tenemos para nosotros mismos pero siempre ayudamos a las demás personas que necesitan trasplantes, donamos sangre, hacemos nuestra aportación a las campañas de la Sociedad Americana del Cáncer, a la de la Diabetes, a la de la Distrofia Muscular y a la del Corazón. Mucha gente les regala unas monedas al drogadicto de la luz y hasta comida. Tampoco discriminamos a quién le damos, ni cuál es la causa: ya sea a los muchachos del Colegio que se van a representar a Puerto Rico, o a los Vejigantes de Arecibo. También hacemos lavar el carro con los muchachos del "highschool"que organizaron un "carwash" para irse de viaje, siempre alguien que colabora. Ayudamos a otros pueblos que hayan tenido la mala suerte de atravesar por un desastre natural o por alguna otra tragedia, hacemos acopios de comida, de agua, de medicinas y no pretendemos recibir nada a cambio porque tenemos un buen corazón. Sin embargo, ¿Qué hacemos para arreglar a nuestra sociedad? ¿Por qué no hacemos nada para mejorarnos a nosotros mismos? Ya se está pasando la hora y lo peor de todo es que no nos damos por aludidos que nosotros mismos somos los dueños de nuestra propia tragedia. 

Si seguimos de esta manera vamos a comenzar a construir fortalezas como la de San Felipe del Morro en cada pueblo de la Isla y viviremos encerrados para siempre: los buenos adentro, los malos afuera. Ya casi está pasando, son muchas las urbanizaciones con acceso controlado y muchas las urbanizaciones antiguas que se están cerrando a las personas que no viven allí. Es hora de tomar acción. No deberíamos permitir que una minoría mal viviente nos esclavice. ¿Cuántos más de los buenos vamos a morir? Según el periódico El Nuevo Día del 2 de enero, el 2011 terminó con un total de 1136 muertes. Estamos hablando de un promedio de tres asesinatos diarios, ya sea por el control de drogas o por una violencia doméstica rampante o por simplemente estar en el momento inoportuno y en el lugar equivocado. ¿Comprando regalos de Navidad? ¿Dejando la orden para una medicina en la farmacia? ¿Comiendo en un restaurante?

Esta es una historia completamente verídica, las primeras reseñas con la que comienza este artículo, salieron publicadas en los principales periódicos locales y difundidas a través de los medios de comunicación. Nada de lo que aquí dice es ficción. Los desencuentros con la policía, las llamadas no contestadas en los cuarteles y los guardias que no aparecían también son verídicas. Este es el Puerto Rico de hoy, nuestra Isla, nuestro Hogar. Hace falta hacer limpieza y fumigar...



Les recomiendo la película “WaterWorld” de 1995. Si tuviera que darle un puntaje, llega a las dos estrellas y media de un total de cinco (no es una buena película), pero es una muestra real de los que nos puede llegar pasar. ¿Ciencia ficción? La vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne, también lo parecía en la época en que fue escrita.



http://www.youtube.com/watch?v=oEp382HIisE



  Para todos mis amigos que no viven en Puerto Rico  

Quisiera saber que está pasando en sus respectivos países; me gustaría que me escriban y me cuenten. Se pueden dirigir a noritabrodsky@hotmail.com y pónganme al corriente si esta crisis es a nivel mundial. Espero sus comentarios.



¡Hasta la próxima! ¡Japi Bloguin!

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