domingo, 25 de marzo de 2012

Reflexiones

Hola queridos lectores. En nuestra Isla del Encanto, Puerto Rico ha sido un fin de semana largo para muchos. Cuando un día feriado cae un jueves la producción del día viernes baja a niveles profundos y las ausencias también, (todo el mundo amanece enfermo) así que es mejor dar ese día libre a los empleados y cargarlo a vacaciones. Estos pocos días cambiaron mi rutina de algún modo y así fue como ayer me puse a “hurgar” entre mis viejos álbumes de fotos y encontré recuerdos muy agradables y algunos de los que me había olvidado hacía mucho tiempo. 



Cada uno de nosotros tiene una historia y en muchos casos tenemos pequeños fragmentos de ella en fotos. Por supuesto son nuestros mejores momentos y no reflejan los malos que también ayudaron de alguna manera a nuestra historia, por los que hemos aprendido y ganado experiencia. Entre esos momentos encontré muchas fotos de mi infancia, fotos de mi adolescencia y de todo lo que viví. En ellas estaban reflejadas mi niñez, mi adolescencia, mi juventud, mi boda, mi primera hija y luego el embarazo del segundo, los cumpleaños, las graduaciones, etc., pero también encontré todas las personas que de alguna manera estuvieron involucradas conmigo en todos esos años. Algunas calaron muy hondo y me honran con su amistad que es preciosa para mí y otras pasaron muy de prisa sin apenas rozarme. A través de la tecnología pude conectarme con parte de las personas de ese “viejo mundo”, con aquellos que eran parte de “mi pequeño universo”.

Muchos critican a Facebook, “que si sirve para chismear, para mostrarnos unos a otros lo que tenemos y a dónde viajamos y qué hicimos en nuestra vida estando una pasarela permanente”, la verdad es que eso depende de cada uno. Si eres alguien que se siente frustrado con su vida y lo único que se te ocurre hacer es mostrar a los demás justamente quién no eres, felicidades, puede ser que lo consigas o que de todas maneras la gente tenga su propia imagen de ti y no importa lo que hables, lo que muestres, lo que hagas o lo que trates de aparentar, todos saben cuál es tu esencia. 


Algunos de nosotros, sin embargo, usamos Facebook para estar cerca de los demás, para compartir aquello que vivimos juntos y lo que estamos viviendo, ya sea irnos de viaje, pensamientos o simplemente alegrarnos la vida con las ocurrencias de nuestros amigos o de compartir cosas que tenemos en común. Ayer subí unas cuantas fotos a FB y las puse en las paredes de todas aquellas amigas que estaban involucradas en las actividades. Los comentarios de esas amigas tan queridas no se hicieron esperar y nos lo gozamos todo, solamente recordando. En esas fotos quedó plasmada esa amistad tan joven, tan inocente que a pesar de los años, de la hibernación por la lejanía, despertó todavía más fuerte y florecida. Encontramos en esas fotos, personas de las que me acuerdo pero no puedo pronunciar su nombre y de algunos que ni siquiera sé quiénes son. Evidentemente esos fueron algunos de los "que me rozaron"… 

En algunas fotos tomadas por un fotógrafo profesional, para los grandes “eventos”, como para mi quinceañero y para mi boda pude notar muchos ojos cerrados y de primera intención me pregunté “qué clase de fotógrafo habremos contratado”; después me di cuenta de que por aquella época no existían las cámaras digitales y la única manera de saber los resultados era esperar al revelado de pruebas con lo que se decidía cuáles íbamos a escoger de las mejores, sólo que algunas veces ésa era la única foto que había o era la mejor, así que o lo tomabas o lo dejabas.


Cada página de esos álbumes fueron solo un soplo en la historia de mi vida y el testimonio de quiénes compartieron ese momento conmigo. Momentos a los que no les dimos ninguna importancia pero que mirados de otra perspectiva, sí la tenían. No dejemos que esas fotos se conviertan solamente en recuerdos, establezcamos los lazos para que continúen para siempre y sean parte de nuestro futuro. 


A todas ustedes chicas y chicos es un honor que todavía pertenezcan a mi “pequeño universo” a pesar de que la distancia en algunos casos no nos permite vernos a menudo como nos gustaría. A todos aquellos amigos que el trabajo y el ajetreo de la vida diaria no les permiten que nos vernos a menudo, sabemos que estamos ahí, el uno para el otro cuando nos necesitemos aunque solamente nos veamos una o dos veces al año. Lo importante es que nos sigamos enviando un texto, nos llamemos o nos enviemos un chiste por email y hasta compartamos por FB. Lo mismo va para todos aquellos que entran en la categoría de familiares, no dejemos de comunicarnos, la vida es una sola y es más corta de lo que todos pensamos. 

¡Aprovechemos cada minuto al máximo! ¡Japi Bloguin!

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