domingo, 23 de octubre de 2011

Amor, Sexo y Deseo: La infidelidad (1 de 2)

El reino animal y las infidelidades




Son raras las excepciones en el reino animal en que un macho le sea fiel a una hembra. Incluso según estudios científicos en diferentes países, a través del ADN, se ha comprobado que aquellos animales que la ciencia sostenía que eran completamente devotos a su pareja hasta la muerte… jejeje, no lo son. Estudios de ADN llevados a cabo en huevos de nidos de pingüinos, uno de los animales que tenían fama de ser fieles a su pareja, demostraron que el 20% de los pichones no era hijo del macho de la pareja. ¡Oooops, parece que en este caso no era el macho el infiel!!!

Y científicamente no podemos olvidar que los objetivos genéticos básicos de todo individuo animal son solamente dos: sobrevivir y reproducirse, para poder mantener la especie.

Cualquiera de estos dos objetivos no son tan fáciles de realizar ya que siempre existe el peligro de no sobrevivir y también de que haya dificultades para reproducirse. La naturaleza ha desarrollado mecanismos de supervivencia para todas las especies animales y vegetales. En el caso de los animales, sería un gran desperdicio de genes que un macho tuviera una sola hembra. El macho en todas las especies animales es un productor de genes permanente e ilimitado, en cambio la hembra que posee características maternales, tiene una cantidad de genes mucho más limitada y con mucha menos frecuencia.

¿Realmente somos tan diferentes a los animales?...

Los humanos somos la única especie que tenemos relaciones sexuales en privado y en cualquier momento, incluso aunque la mujer no pueda ser fecundada, ya sea entre ciclos de fertilidad o que esté embarazada y después de la menopausia. (Nos lo gozamos todo, no importa la época).

La mujer no conoce el momento justo de su fertilidad y a diferencia de todos los mamíferos no presenta cambios físicos (no le salen plumas multicolores) o vocaliza sonidos que alerten al hombre de su condición de fecundidad. La mujer es una de las pocas hembras mamíferas que cuentan con la menopausia, (las otras dos especies son las orcas y las ballenas piloto).



El hombre se destaca como uno de los pocos mamíferos que casi siempre, se queda al lado de la mujer que fertilizó para formar una familia. Sin embargo, según estudios citados por Jarred Diamond en “El tercer chimpancé” y “¿Por qué el sexo es divertido?’, entre los humanos, los datos apuntan a que entre un 5% y un 30% de los niños nacidos en Inglaterra y EU son fruto de relaciones extramatrimoniales. Oooops… ¡Sorpresa!

¿Qué es el amor?

El amor es un tema abstracto y complejo, sin embargo, puede ser considerado como un conjunto de conducta y actitudes, incondicionales y desinteresadas, que se manifiestan en la capacidad que tiene el ser humano de reconocer sus sentimientos propios y los de los demás. (Ver inteligencia emocional.) El amor puede ser experimentado por especies que pueden desarrollar nexos emocionales, como los delfines, los perros y los caballos.

El amor romántico es considerado como un sentimiento diferente y superior a las puras necesidades fisiológicas (relaciones sexuales) y generalmente implica una mezcla de deseo emocional y sexual, otorgándole, más énfasis a las emociones que al placer físico. Las características más señaladas de este tipo de amor se confirman y difunden a través de relatos literarios, películas, canciones, por lo menos en el mundo occidental.

El amor se trata de un tipo de afecto entre un hombre y una mujer, que se supone, será para toda la vida (te querré por siempre), exclusivo (no podré amar a nadie más que a ti), incondicional (te querré pase lo que pase) e implica un elevado grado de renuncia (te quiero más que a mi vida).

El placer sexual

Una vez que se ha encontrado el placer sexual, muchos se sienten satisfechos con la persona con la que están; pero otros necesitan, podríamos decir, renovar el placer. Y por esta razón no son fieles. Esto es tanto para hombres como para mujeres.



¿Qué buscan las mujeres?

Las mujeres que son infieles buscan lo mismo que los hombres infieles: “lo que no tienen en su hogar”. Las mujeres necesitan sentirse amadas, atendidas y protegidas por más liberales que digan ser. Quieren un compañero que tenga las mismas prioridades que ella tiene, por ejemplo, mantener la casa limpia y ordenada. (Eso no lo he logrado yo en treinta años y ya he perdido la esperanza…) Muchas veces en algunas relaciones de pareja, la mujer pierde la libertad, faltan los detalles de los primeros años, cuando la sacaban a pasear, le llevaban flores, la enamoraban y también cuando llega el momento en que la rutina la aburre. En ese momento es que puede comenzar la idea de que “no he logrado realizarme”, “estoy siempre encerrada” y “estoy harta”. 
Cuando alguien del sexo opuesto se acerca y le dice lo bonita que está, le trae un dulce, la invita a un café; se inicia la infidelidad.

¿Qué buscan los hombres?

Sexo, trabajo, sexo, deportes, sexo, política, SEXOOOOO.


¿Qué diferencia existe entre la infidelidad masculina de la femenina?

Esto sí que es bien curioso. No dudo que el hombre tenga su cargo de culpa y sabe muy bien que está traicionando a su pareja, sin embargo no le “amargaría” complacer a su amante y a su esposa a la vez, es decir puede acostarse con una el miércoles y sin titubear con la otra el jueves, o fácilmente una después de la otra.

Para la mujer es diferente, porque aunque la mujer está cometiendo la misma fechoría que el hombre, se sentiría sumamente culpable porque quisiera serle “fiel” a su amante y por lo tanto renegaría de tener relaciones sexuales con su esposo. Posiblemente éste sea uno de los factores principales para que el hombre desconfíe de su esposa.

Un género es tan diferente al otro como el blanco con el negro. La mujer debe sentir algo por el hombre para acostarse con él, sin embargo, el hombre satisface su necesidad fisiológica y es “posible” pero no necesario que se enamore. Lo que sí es cierto que para el hombre el sexo es fundamental porque sin sexo no considera que haya amor y para la mujer es fundamental la sensación de cariño y ternura para que haya una relación sexual. De otra manera se sentiría usada y juzgada como una cualquiera, no sólo por los demás sino lo que es peor, por ella misma.

¿Cuál es el riesgo para la pareja?

A pesar de toda la “liberación” que tiene la mujer seguimos teniendo una sociedad machista en donde la mujer le facilita al hombre el conseguir relaciones sexuales sin ningún compromiso. Como el hombre tiene un cerebro entre las piernas y la “liberación” de la mujer le resulta genial. El hombre le hace creer que no le importa con cuántos se acostó, con tal de satisfacerse sexualmente, pero no piensa dejar a su esposa, usa a la otra mujer para satisfacer su necesidad de aventura, de peligro y de cazador. Esta situación es muy arriesgada porque aunque nunca contó con enamorarse de su amante puede ser que le suceda y a su vez la amante va a hacer toda la fuerza posible de su lado de la soga para conquistarlo con una promesa ante el altar como premio final.



En un plano de carácter afectivo y psicológico, la infidelidad puede ser traumática, porque deja de haber confianza, no se sabe qué decisión tomar ante una situación inesperada y la realidad de la pareja se vuelve resbaladiza. A pesar de eso, hay personas que consiguen separar lo que les está pasando con la persona que lo traiciona para no tener que pasar por el dolor. Otros están en negación, otros pueden, calladitos, tomar la actitud de vengarse como forma de resarcirse de la traición y finalmente otros deciden perdonar… En el caso del infiel también suele separar su vida sexual con su amante, de su vida familiar con su esposa e hijos. Se conocen casos de hombres que tienen dos familias a la par, o sea no es sólo la amante sino también hijos con lo que empezó con una conquista sexual. Así de peligroso es. ¿Las querrá a las dos de la misma manera, o necesitará una tercera para desempatar? Pobre tipo, le va a costar una fortuna.

El problema que existe con la infidelidad termina en la cama, pero hay algo mucho más grave que ésto y es que a menos que sea una relación sexual de una sola noche, en que ninguno de las dos personas saben absolutamente nada del otro y no se crea un vínculo entre ambos, tanto el hombre como la mujer se empiezan a encariñar con su amante, empieza a haber un vinculo afectivo, un apego y en ese momento ya han perdido todo el control que creían haber tenido con esa “indiscreción”.

Según la doctora Francés M. Berman, especialista en psiquiatría para adultos del Centro Médico Monte Sinaí en Miami, Florida, “Cuando sé es infiel se rompe algo especial que para algunos no puede ser sustituido. Se destruye la confianza, produce inseguridad y hasta hay quienes se dejan manipular por su pareja, haciéndola sentir responsable por la traición. Ser desleal puede cambiar la vida por completo”.

Esto de tener un amante no es nuevo. Se remonta desde que el hombre es hombre y en cuanto a la mujer se sabe que las reinas estaban casadas por cuestiones políticas y tenían su amante por el ladito, un secreto a voces en todas las cortes.Sólo que ahora hay enfermedades más serias que las que había en aquel entonces.





El VPH (Virus del Papiloma Humano), VIH/SIDA, Herpes Genital y las que vienen de épocas remotas, como la Sífilis, Clamidia y Gonorrea traen riegos que no se miden ya que un miembro de la pareja siendo infiel puede contagiar a su pareja con enfermedades de transmisión sexual que como poco pueden causar esterilidad y como mucho pueden causar la muerte. ¿Vale la pena arriesgarse por unos segundos de placer?

¿Cuáles son los motivos de la infidelidad?

Tanto los hombres como las mujeres tienen sus razones para ser infieles aunque hayan prometido “amarte hasta que la muerte no separe”, claro, esto me hace acordar a la garantía de los carros “tres años o 30.000 millas, lo primero que ocurra”. En este caso sería (hasta que la muerte nos separe o llegue el amante, lo primero que ocurra).

Hay que reconocer que los hombres y las mujeres son muy distintos, es decir, las prioridades de uno no concuerdan absolutamente en nada con las del otro.

Algunas razones que promueven la infidelidad:

  • Poca o ninguna vida sexual
  • Sentirnos despreciados
  • La rutina y las sensaciones excitantes de lo prohibido
  • La pareja lo permite tácitamente, 
  • "Perdonaría a mi esposo aunque me sea infiel”
  • Falta de espacio propio
  • Desconfianza, celos
  • El éxito propio (sobre todo en los hombres)
  • Familiares inmiscuidos en decisiones de la pareja
  • Familiares que llegan todos los días sin avisar y se instalan
  • Idealización del amante
  • Venganza 
  • Diferencia de edad


Muchos infieles de ambos sexos tienden a buscar un amante que esté comprometido en alguna relación o casado, esto beneficia en cierta medida a las dos partes ya que como los dos tienen un compromiso, sienten que es más difícil que surjan presiones ya que ninguno de los dos desea que se sepa de sus andanzas. De esta manera están seguros ninguno de los dos va a llamar a la pareja oficial para contárselo y ninguno quiere ninguna clase de compromiso serio, sólo una buena relación sexual.

Una de las peores traiciones que le puede suceder al integrante de una pareja, ya sea un matrimonio, noviazgo o una pareja que convive, es que la que considera su otra mitad le sea infiel.



Toda traición sucede porque la pareja está pasando por una crisis mayor en su relación y posiblemente nadie tuvo el valor de afrontarla. Las traiciones no ocurren de manera espontánea o porque el individuo esa mañana pensó “hoy voy a pegarle cuernos a mi esposa”, sin embargo sí pueden ocurrir cuando uno no está contento con la situación de su matrimonio y surge una buena oportunidad.

La persona que es infiel, ya sea hombre o mujer, es porque busca en otra persona las necesidades emocionales, sexuales o espirituales que no logra conseguir con su propia pareja.

Creo que una relación se puede desgastar por los años pero debemos tomar medidas para que eso no nos ocurra. La mejor herramienta en una relación es la comunicación, además de la confianza y el respeto mutuo. Asimismo, es muy importante “jugar” como cuando estaban de luna de miel y todo terminaba en la cama. El sexo es el pilar de toda relación afectiva entre un hombre y una mujer. La diversidad en las relaciones sexuales cuando los dos miembros de la pareja están de acuerdo puede hacer maravillas para los dos.

No existe una excusa válida para ser infiel. Volviendo a los animales, tal vez muchos de nosotros nos parezcamos a un animal físicamente, desde elefantes hasta a caras de pájaro, pero mentalmente no lo somos. 
Claro, la persona que es desleal en este caso, se podría comparar al nivel de una cucaracha, y no voy a hacer ningún tipo de comentario en cuanto al cerebro, ni de el/la infiel o de la cucaracha. 


Tanto el hombre como la mujer tienen la capacidad de pensar y por lo tanto de decidir si va a ser infiel en el mismo momento que comienza a sonreírle a alguien. Ese es justamente el momento en que debería pensar en el riesgo que existe, en que la vida nunca va a volver a ser igual con su pareja actual y en que puede acabar la relación o salir muy lastimada. Si uno no se siente cómodo con su pareja, en su matrimonio, es mejor hablar las cosas con calma antes de arruinarle la vida, de mentirle, de faltarle el respeto y de ser desleal, también hay que pensar en el trauma que le causaría a sus hijos, si mamá y papá se separan. Lo mejor es partir con la frente en alto.

Continuará la semana próxima con: 
Amor, Sexo, Deseo: La infidelidad (2 de 2)
La historia de Janet y Javier, una pareja como todas... con un final que no te puedes perder...  ¡Japi Bloguin, para todo el mundo! 

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